jueves, 17 de mayo de 2012

"En Cristo", No hay mejor lugar


“En Cristo”, No hay mejor lugar

Basado en el libro de Pablo a los efesios

Introducción:

La frase “En Cristo” es la frase más bella, más significativa, más incidente, más determinativa y más esperanzadora que podemos encontrar en el libro a los Efesios. 30 veces aparece esta frase (o sus equivalentes en él, en quien, en Jesús, en el Señor etc.) en libro de Efesios. Esta frase no puede pasar desapercibida por el lector de esta preciosa carta pues es un concepto de mucho peso a lo largo de ella y encierra un significado tan especial que debe motivar al lector a glorificar a Dios por darnos un lugar en Cristo Jesús.

Esta frase sugiere una unión con Cristo, un permanecer dentro del cuerpo espiritual de Él, el cual es la iglesia de la cual él es constituido como  cabeza. Cristo es nada más y nada menos que el Hijo de Dios por lo cual “estar en él” implica un lugar de honor, no hay mejor lugar. Los destinatarios de esta carta debían comprender (por si no lo habían comprendido antes) que las bendiciones que tenían en Cristo eran incuantificables, debían valorarlas y por ende vivir vidas transformadas como consecuencia de su unión con Cristo.

La frase “En Cristo” define nuestra posición como creyentes. Dios nos ve en Adán o en Cristo según (1 Corintios 15:22) “Porque así como en Adán todos mueren; también en Cristo todos serán vivificados”. Antes de ser salvos, todos estamos en Adán. De acuerdo a (Romanos 5:12-19) estando en Adán, es compartir todo lo que Adán fue y todo lo que él hizo. Adán fue el precursor de la raza humana y nosotros pertenecemos a esa raza por nacimiento físico. En Adán todos estamos separados de Dios (Efesios 2:1-3, 4:17-18 y Génesis 2:17) somos esclavos del pecado (Juan 8:31-47) estamos condenados (Romanos 6:23, Juan 3:18 y 36). Es por eso que debemos ser nacidos de nuevo y obtener una nueva posición. Cuando estamos en Cristo compartimos todo lo que él es y todo lo que él hizo. Jesucristo es el precursor de la iglesia y nosotros somos miembros de esa iglesia por el nacimiento espiritual. La frase “En Cristo” demuestra la esfera en que el creyente ha sido puesto. Estamos identificados y unidos con Cristo. Estando en Cristo, tenemos la vida eterna y ya no estamos sujetos al pecado y a la condenación. Al estar bautizados en Cristo, (1 Corintios 12:13) ya no hay ninguna condenación para los que están en Cristo, (Romanos 8:1) y hemos pasado de muerte a vida, (Juan 5:24).

I.                   “En Cristo” Dios nos bendijo con toda bendición espiritual (1:3-14).

En este pasaje podemos ver el plan maestro de Dios para la salvación del hombre, en cuyo paquete incluye las bendiciones del pasado, del presente y del futuro con el fin de motivar a los efesios a confiar en él en medio de la persecución que estaban enfrentando, la cual los tenía desmotivados. Al comprender las bendiciones con las cuales habían sido bendecidos tendrían según el deseo del Apóstol Pablo, la motivación suficiente para continuar su vida valorando más el futuro y padeciendo con paciencia el presente sabiendo que en el pasado Dios había orquestado un plan especial para ellos.

A.    En términos del pasado Dios los bendijo en Cristo con la elección. V.3-6.

Los teólogos aún no se ponen de acuerdo en cuanto al termino elección pero seguramente los Efesios se sintieron privilegiados al saber que Dios los había elegido desde antes de la fundación del mundo, se sintieron únicos y por primera vez desde que estaban siendo perseguidos su autoestima volvió a levantarse por sentirse importantes para alguien tan importante como Dios, quien era superior a sus perseguidores. Dios los escogió en Cristo con un fin específico y muy especial, para que fueran santos y sin mancha delante de él. Dios los escogió en amor pero también los predestinó para un día adoptarlos como hijos suyos, y como hijos capaces de heredar como naturales. Todo eso Dios lo hizo en su entera voluntad porque así le plació.

B.     En términos del presente Dios los bendijo en Cristo

con la redención. V.7-11.

Todo el plan que Dios orquestó en el pasado en las esferas celestiales, ahora en el presente de los Efesios se está haciendo realidad a través de la redención, lo cual equivale al perdón de los pecados, lo cual Dios les estaba concediendo en su rica Gracia. Lo mejor que al hombre le puede pasar es el perdón de sus pecados, esto no le sucede a cualquiera, sino a aquel que ha sido elegido por Dios para ser adoptado hijo suyo. Ser hijo de Dios ahora implicaba una mirada  en retrospectiva. Antes estaban muertos en sus delitos y pecados pero Dios ya los había elegido para que fueran salvos antes de la fundación del mundo, esto fue logrado a través de la redención lo cual en palabras de John MacArthur se refiera a: “el pago a Dios del rescate requerido para dejar en libertad a una persona esclavizada. El sacrificio de Cristo en la cruz pagó ese precio por cada persona elegida que había sido esclavizada por el pecado, para comprar su libertad y sacarlos de la esclavitud de la iniquidad. El precio de la redención humana fue la muerte de Cristo”. John MacArthur Biblia de estudio.

C.    En términos del futuro Dios los bendijo en Cristo con herencia. V.12-14.

Esta herencia solo puede ser obtenida por medio de una garantía, el sello del Espíritu Santo. El no elegido no puede portar este sello especial, solo aquellos que por elección, predestinación y redención del pecado han  sido salvos. En el momento de nuestra redención el Espíritu Santo viene a morar en el creyente como garante de que somos hijos de Dios y para asegurar y preservar su salvación eterna. Todo esto lo tenemos en Cristo después de haber oído y creído en la obra redentora de él. “En el pasado el sello era una marca oficial de identificación que se colocaba en cartas, contratos y otros documentos importantes. Así el documento quedaba bajo la autoridad autentica y oficial de la persona cuya marca quedara impresa en el sello. Existen cuatro verdades primordiales que se establecen mediante un sello; a) seguridad, b) autenticidad, c) propiedad y d) autoridad. Por tal razón el Espíritu Santo es dado por Dios como su juramento de la herencia futura en la gloria” John MacArthur Biblia de estudio.

Con lo antes mencionado hemos empezado a darnos cuenta del precioso significado de esta frase “En Cristo”.



II.                “En Cristo” tenemos a nuestra disposición todo el poder de Dios para vencer (1:19-20; 3:20).

Los cristianos no somos todopoderosos pero sí tenemos a nuestra disposición todo el poder de Dios para vencer a todos los principados y a las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes quienes permanentemente mantienen una lucha sin cuartel contra los escogidos. Lo triste de todo esto es que el cristiano sigue fracasando contra los ataques del diablo aun teniendo a su disposición todo este poder. El gran poder de Dios que está a nuestra disposición es el mismo poder que resucito a Jesús de entre los muertos y lo levanto en su ascensión cuando lo llevo de regreso a su gloria para sentarlo a la diestra de Dios.

A.    Todo el poder de Dios es dado al creyente en el momento de su salvación.

Ese poder siempre está a su disposición, Pablo dijo en “Col 1:29  para lo cual también trabajo,  luchando según la potencia de él,  la cual actúa poderosamente en mí”. Si cada creyente viviera su vida luchando con esa misma potencia de Dios que actuaba poderosamente en Pablo, la vida de la iglesia hoy sería diferente. Hoy más que nunca debemos aferrarnos a ese poder puesto que somos salvos. Debemos abrir nuestros ojos de la fe y empezar a ver las maravillas que podríamos realizar en contra del enemigo, nunca nos sentiríamos deprimidos puesto que estaríamos usando todo ese poder a nuestra disposición. Los hijos de Dios hasta este momento hemos estado desperdiciando todo ese poder. Los efesios al darse cuenta de ese poder seguramente se sintieron motivados en medio de su persecución, se sintieron confortados y dispuestos a continuar su vida cristiana. Si nos fijamos bien en el versículo 19 Pablo no ora para que Dios les de ese poder, sino para que los creyentes fueran consientes de esa realidad. Pablo vuelve a recalcar ese poder de Dios en nosotros en el capítulo “3:20  Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos,  según el poder que actúa en nosotros”. En base a este pasaje podríamos preguntarnos ¿actúa ese poder de Dios en nosotros hoy? Claro que sí, lo que tenemos que ser es más conscientes de él y pedirle perdón a Dios por no usarlo.

B.     Es imperativo que el creyente se fortalezca en el Señor Ef. 6:10.

Ante tanta lucha que el cristiano enfrenta debe ser revestido del poder de Dios. “6:10  Por lo demás,  hermanos míos,  fortaleceos en el Señor,  y en el poder de su fuerza”. La fuerza poderosa de Dios es inagotable. Pablo dijo “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece Fil. 4:13”. El poder de Satanás sobre los hijos de Dios ya ha sido vencido y su gran guerra contra nosotros también por la muerte y resurrección de Cristo, es posible que nos gane una batalla pero solo por nuestra necedad de no fortalecernos en el Señor y en su fuerza poderosa. Una vez más hemos podido apreciar lo que significa estar en Cristo.



III.              “En Cristo” se nos muestran las abundantes riquezas de la Gracia de Dios para con nosotros (2:6-8).

Si el mejor matemático de los hombres se propusiera cuantificar las riquezas de la gracia de Dios, no tendría un punto de partida exacto como base para poder hacerlo puesto que lo que la Biblia nos presenta como el sacrificio perfecto para nuestra redención aunque aceptado no es comprendido por la mente humana. Pablo mismo no podía comprenderlo por lo que  

No pudiendo contenerse, prorrumpe en palabras elevadas para describir las superabundantes riquezas de su gracia. (Superabundante del griego juperbálo) significa una abundancia que sobrepasa, lanzar más allá y usado con riquezas implica una riqueza que no tiene medida ni límites. Pablo ya había mencionado las riquezas de Dios respecto a su gracia en 1:7, la gloria de su herencia en 1:18 y de su misericordia en 2:4. Esta gracia tan abundante es una manifestación de su bondad hacia nosotros en Cristo Jesús. Podríamos entender la bondad de Dios como su benevolencia o su buena voluntad para con nosotros en Cristo Jesús. La gracia de Dios es tan rica que va más allá de nuestro entendimiento y no solo eso sino que fue más allá en cuanto a nuestra salvación, no pudiendo ser obtenida por nuestros méritos, él va más allá y nos salva gratuitamente por su gracia. Y así nos favorece con ese favor inmerecido por parte nuestra. Si, la salvación es por Gracia y por supuesto que es para bendición del creyente pero el mayor propósito que cumple esa gracia es la misma glorificación eterna de Dios por habernos concedido su gracia y bondad interminables e ilimitadas. Lo que si es cierto es que Dios nos ha mostrado la riqueza de su gracia “en Cristo”. La persona de Cristo es el reflejo de la gracia de Dios expresada en forma de sacrificio aunque que incomprensible pero real en nosotros que hemos creído.



IV.             “En Cristo” tenemos la responsabilidad de hacer buenas obras (2:10).

Las buenas obras no podrán existir hasta que no seamos nuevas creaturas, creados en Cristo Jesús a través del nuevo nacimiento. Los que somos nuevas creaturas no obramos para ser salvos, obramos porque somos salvos. Si pensamos en la clase de persona que éramos antes de conocer a Jesús, nos vamos a dar cuenta que éramos totalmente malos, no teníamos ninguna esperanza por lo tanto la obra que Dios hace en nosotros “en Cristo” (a través de Cristo) fue perfecta, nos hizo de nuevo a su imagen santa y perfecta y nos da un camino para recorrer, el camino de las buenas obras, de esta manera le reflejamos a él mientras vivimos en esta tierra.

A.    Las buenas obras son una demanda de Dios para sus hijos.

Dios se agrada de nosotros sus hijos cuando damos mucho fruto “Jn. 15:8  En esto es glorificado mi Padre,  en que llevéis mucho fruto”, no podemos decir que somos hijos de Dios sin reflejarle a través de las buenas obras porque nuestra perfección en cristo es hacer buenas obras. 2Ti 3:17  a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,  enteramente preparado para toda buena obra. El hijo de Dios siempre debe estar preparado para buenas obras porque estas son demandadas en el momento en que menos lo esperamos.

B.     Las buenas obras fueron planeadas por Dios para que andemos en ellas.

Vale la pena ponerle mucha atención al verbo andar porque esto implica que durante todo nuestro peregrinaje por esta tierra como creaturas de Dios debemos vivir para hacer buenas obras valorando así el sacrificio de Cristo por nosotros con el cual nos purificó para ser celosos de buenas obras. “Tit 2:14  quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio,  celoso de buenas obras”. Jesús es nuestro mejor ejemplo de buenas obras, mientras desarrolló su ministerio en esta tierra siempre estuvo haciendo buenas obras, sanando, liberando de la opresión demoniaca, alimentando, enseñando, orando etc. Su palabra dice que él nos dio ejemplo para que sigamos sus pisadas. ¿Lo estamos haciendo?



V.                “En Cristo”, Judíos y Gentiles venimos a ser un solo pueblo (2:11-22).

La distancia que existía entre judíos y gentiles era enorme. Para los judíos los gentiles eran estimados como lo peor, jamás aceptarían estar junto a ellos por su “superioridad” ellos eran los dueños de la ley y de los profetas y se sentían muy orgullosos de ello. Aquí estamos hablando de judíos que conocían a Jesús como su salvador pero que sostenían que esa salvación era únicamente para ellos y que los gentiles no tenían cabida con ellos. Pablo tiene que explicarles un gran misterio, doloroso para ellos hasta cierto punto porque se darían cuenta que no eran los únicos especiales, que Dios amaba también a las demás razas aparte de ellos y que de ambos haría un solo pueblo para sí. Todo esto sería obrado en Cristo Jesús.

A.    Cristo es nuestra paz. V. 2:14

El derramamiento de la sangre de Cristo fue lo que produjo la paz entre estos dos pueblos, esa sangre eliminó la pared intermedia que los separaba, Cristo abolió con su carne las enemistades y la ley expresada en ordenanzas. Nuevamente cristo fue el mediador no solo para su reconciliación con Dios sino también para su reconciliación como pueblos enemistados. Cristo no produce paz, él es paz. Toda persona que ha creído en cristo debe vivir en paz con los demás, no debe haber diferencias ni discusiones vanas, debe haber unidad porque Cristo que es la paz nos ha unido en él.

B.     En cristo judíos y gentiles tenemos entrada al Padre por el mismo Espíritu. V.2:18

En Cristo, un judío no es extranjero entre los gentiles ni un gentil es extranjero entre los judíos, porque ahora todos somos conciudadanos de los santos y herederos juntamente de la misma promesa y miembros de la familia de Dios. “La distinción de las personas que forman la divina Trinidad aparece en este versículo. Este versículo está en contra de la teoría de que los sacerdotes profesionales en el evangelio son el único medio por el cual el pueblo puede acercarse a Dios. Todos por igual, pueblo y ministros, pueden acercarse a Dios por medio de Cristo, su Sacerdote que vive para siempre”. Comentario a Efesios por: Jamieson-Fausset-Brown. Debemos recordar que en Cristo tenemos acceso directo al padre, las audiencias no son necesarias. Una bendición más “en Cristo”.



VI.             “En Cristo”, es dada a conocer la multiforme sabiduría de Dios a través de la Iglesia a los principados y potestades que están en los lugares celestiales (3:10-13).

Aunque nos parezca descabellado, la iglesia universal de Cristo salvada y rescatada por él es un medio utilizado por Dios para dar a conocer su sabiduría, no solo a este mundo perdido en sus delitos y pecados sino también a los ángeles buenos y malos. Los principados y potestades a que estos versículos hacen referencia también se nutren de sabiduría a través de la iglesia. Según John Stott… “La historia de la Iglesia cristiana es como una escuela de postgrado para los Ángeles” El mensaje de Efesios por: John Stott Pág. #115 Lo cual quiere decir que los demonios conocen la Biblia pero que carecen de una buena interpretación de la misma. Estos acuden a la iglesia para saber más y mejor el contenido Bíblico y Dios de esta manera está dando a conocer a través de nosotros (su Iglesia) su multiforme sabiduría. Para nosotros no está muy claro cómo operan las huestes espirituales de maldad y tendemos a especular sobre ellos, sobre lo cual John Stott nos advierte de la siguiente manera… “Nuestro conocimiento de estos seres espirituales es limitado y debemos tener cuidado de no ir más allá de lo que la Escritura enseña, ni caer en especulaciones inútiles. Algo claro, sin embargo, es que no son omniscientes”.  El mensaje de Efesios por: John Stott Pág. #115. Dicho lo anterior los seres celestiales no lo saben todo puesto que solo Dios omnisciente, y precisamente por esta razón utiliza a su Iglesia para dar a conocer su multiforme sabiduría. En otras palabras cuando comunicamos las verdades bíblicas tenemos ante nosotros una audiencia variada entre seres humanos y seres angelicales. Nosotros con nuestra mente finita jamás entenderemos la multiforme sabiduría de Dios, pero algo si podemos hacer; no callar, debemos seguir proclamando su palabra de tal manera que los mismos demonios vean la sabiduría de Dios a través de la Iglesia.  Vale la pena aclarar aquí que esta sabiduría que Dios está revelando a los principados y potestades no es para salvación,  sino para información de ellos puesto que ya no tienen ninguna posibilidad de redención. Que maravilloso que “en Cristo” tenemos este enorme privilegio.



VII.          “En Cristo”, se obtiene el crecimiento para ir edificándose en amor (4:14-16).

Solamente “en Cristo” la iglesia llega al ideal de unidad y madurez espiritual, estabilidad doctrinal y crecimiento pleno. Cristo es la base del edificio, (la piedra angular), el edificio es la iglesia la cual debe ir edificándose en amor el cual es como la mezcla del constructor que une a un ladrillo con otro para que de manera natural se genere el crecimiento de todo el edificio. Esta metáfora es muy útil para nuestra comprensión de que los demás cristianos son útiles para nuestro crecimiento. Sus dones son para nuestro beneficio y los nuestros para el suyo.

A.    Si estamos bien cimentados en Cristo no seremos fácilmente engañados.

Los engañadores tienen cualidades muy interesantes. Metódicamente a través de doctrinas bien elaboradas engañan con facilidad a aquellos que son niños en Cristo, es decir que no han crecido de manera natural sino que por el contrario se han quedado pequeños lo cual no es natural puesto que si estuvieran cimentados en Cristo no serían fácilmente engañados. Jesús dijo: “separados de mi nada podéis hacer Jn. 15:5”. Lo anterior indica que la falta de crecimiento tiene que ver con un mal fundamento. Siguiendo con la metáfora un árbol plantado en buena tierra crecerá robusto pero un árbol plantado en mala tierra no prosperará.

B.     Si estamos cimentados en Cristo creceremos de manera natural.

Pasaremos del estado de “niños” al de “hombres adultos”. Hay crecimiento sólo en los espiritualmente vivos, no en los muertos. En otras palabras ninguno que está en Cristo se queda niño puesto que está bebiendo de la sabia que viene de Cristo. Esto concuerda con la enseñanza bíblica de que en todo el proceso de la salvación, el hombre no tiene acción alguna si no la de recibir el regalo que Dios le ofrece y a un hasta para esto recibe de Dios la fe necesaria para recibirlo. Lo que quiero decir es que en Cristo solo tenemos un camino; el de crecer, si no estamos creciendo no estamos en Cristo el cual es la cabeza, en el cual todo aquel que ha creído crece.

C.    Si estamos cimentados en Cristo recibiremos de él los dones necesarios para la edificación de los demás.

El uso apropiado de los dones con que ha sido dotado cada cristiano funciona como una coyuntura unida a Cristo para el crecimiento del cuerpo. Esta coyuntura es como el canal alimenticio entre la cabeza y el cuerpo. Cada don que poseemos abona al crecimiento de los demás. Cada don es reflejo de mi unidad a cristo y a su cuerpo el cual es la iglesia, y de igual manera los dones de los demás sirven para mi desarrollo y crecimiento en el Señor. 



VIII.       “En Cristo” el Señor se nos demanda a ya no andar como los otros Gentiles (4:17-32).

Un andar digno del hombre cristiano resultará en una conducta cambiada y esta conducta será distinta de la de los no creyentes. Debe haber un marcado contraste entre los cristianos y los gentiles incrédulos. Pablo nos está diciendo que su demanda de un andar digno viene directamente del Señor, nótese que en esta ocasión el adjetivo que describe a Jesús es el de Señor. Esta palabra denota autoridad la cual era muy necesaria para el cambio de vida demandado a los Efesios quienes al parecer coqueteaban mucho con el mundo. Solo un Señor puede demandar obediencia y lealtad como se ve en esta demanda de Pablo. Los cristianos debemos marcar la diferencia, no amoldarnos a este mundo pasajero en el cual estamos de transito sino vivir de manera agradable al Señor.

En este pasaje la acción de andar simboliza la conducta diaria de los cristianos efesios lo cual nos deja la idea de que no andaban como hijos de luz, aunque hijos de Dios aun no lo reflejaban en su andar diario. No hay mucha diferencia hoy en día, nuestras iglesias están llenas de personas que profesan la fe pero que en su diario vivir no lo reflejan. Por tal razón la carta a los Efesios es tan relevante para nosotros el día de hoy puesto que al igual que los Efesios ya no debemos andar como los del este mundo. Pablo nos da varias razones para vivir diferente a los otros gentiles los cuales andan en la vanidad de su mente, viven ajenos de la vida de Dios, perdieron toda sensibilidad al practicar toda clase de impurezas entre otras. Por el contrario lo que el hijo de Dios debe hacer es despojarse del viejo hombre, renovarse en el espíritu de su mente, vestirse del nuevo hombre a la imagen de Dios creado para la justicia, la santidad y la verdad. Desechar la mentira y hablar la verdad, no pecar en su enojo, no hurtar, compartir con el que padece necesidad, tener un hablar sano y agradable, no contristar al Espíritu Santo y ser perdonadores. Esta es la demanda de Dios “en Cristo” pero, ¡cuán lejos estamos hoy de alcanzarlo! Parece que seguimos coqueteando con el mundo lo mismo que en el pasado desperdiciando nuestro preciado tiempo en vez de volvernos a Dios y buscar su rostro. Nuestra vida practica debe reflejar nuestra fe interior y como la palabra andar tiene la idea de continuidad, debe ser cada día nuestro reto de seguir a Jesús para ya no andar como los otros gentiles.



IX.             “En Cristo” el Señor podemos ser fortalecidos para luchar contra el Diablo (6:10-20).

Este libro a los Efesios de manera muy especial nos enseña la magnitud del triunfo de Cristo en la cruz sobre el poder de Satanás, el cual literalmente ha sido vencido. La gran guerra del cristiano contra el poder de Satanás ya ha sido ganada por medio de la crucifixión de Cristo en la cruz quien de esa manera conquisto para siempre el poder del pecado y la muerte. Sin embargo Satanás no ha sido atado aun y permisivamente sigue lanzando ataques contra los cristianos aunque sabe que su derrota es irreversible. El cristiano con regularidad enfrentara batallas contra el enemigo pero debe saber que el poder del Señor, la fortaleza de su Espíritu y la fuerza de la verdad bíblica que se necesitan para su victoria están literalmente disponibles para ser usadas en cualquier momento por todos los que somos hijos de Dios. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Fil. 4:13   Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús 2 Tim. 2:1”. No es mi propósito en este documento hacer un estudio exhaustivo de la guerra espiritual del cristiano contra Satanás sino mas bien resaltar el auxilio que el cristiano tiene en Dios para poder vencer, lo cual consiste en:

A.    Vestirse de toda la armadura de Dios.

El cristiano debe permanecer vestido de la armadura de Dios durante toda su vida con la cual se sentirá incómodo para actividades tales como dormir, descansar o hacer cualquier otra cosa que no sea estar firmes. En esta analogía del soldado romano que Pablo nos presenta aquí, el soldado vestido de toda la armadura solo podía pensar en una cosa; “guerra”, estando vestido, no podía pensar en descanso. Por tal razón Pablo motiva al cristiano a estar vestido de toda la armadura para que siempre tenga en mente una sola cosa; que en cualquier momento Satanás saldrá contra él en batalla y de no encontrarse vestido de toda la armadura su derrota será inminente. Otro factor importante de esta armadura, es que no es de ofensiva sino de defensa porque su fin es de alerta, de estar listos a recibir ataques de donde menos se esperan. Por tanto el cristiano debe permanecer firme, inamovible de su lugar, bien plantado con toda la armadura de Dios para poder resistir las acechanzas de Diablo. (Acechanzas es igual a maquinaciones) Satanás es astuto, engañoso y usa métodos artificiosos en contra del cristiano. Como nosotros no sabemos cuál será su método de ataque contra nosotros debemos permanecer firmes vestidos de toda la armadura de Dios.

B.     Comprender el carácter de nuestra lucha v.12.

Nuestra lucha no es contra carne y sangre sino contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Lamentablemente pareciera que en nuestras iglesias nos la pasamos luchando contra carne y sangre, creando enemistades contra nuestros mismos hermanos y haciéndoles la vida imposible a nuestra propia familia en Cristo y cayendo constantemente en las trampas del Diablo por la cencía razón de haber olvidado contra quien es nuestra lucha. Por cierto la palabra lucha se usa en este pasaje para aludir al combate mano a mano. En este tipo de lucha se pueden usar trucos y engaños, como los que hacen Satanás y sus huestes todo el tiempo en contra del creyente cada vez que somos atacados. Sería beneficioso entonces para cada cristiano aprender los trucos necesarios para vencer al enemigo en cada ataque. Esos trucos son los que Pablo nos está dando a conocer en este capítulo 6 de Efesios los cuales son: 1) fortalecerse en el señor y en su fuerza poderosa, y 2) vestirse de toda la armadura de Dios.

C.    Hacer uso del recurso de la oración v.18.

El creyente debe vivir constantemente en oración como característica general de su carácter y vida espiritual. Según John MacArthur  este versículo debe verse de la siguiente manera 1) “toda oración y suplica” llama la atención sobre su variedad. 2) “en todo tiempo” se enfoca en la frecuencia necesaria. 3) “en el Espíritu” subraya el aspecto de la sumisión necesaria para alinearnos con la voluntad de Dios. 4) “Velando” es una descripción del aspecto práctico. 5) “Toda perseverancia” recalca la actitud correcta de persistencia. 6) “Todos los santos” se enfoca en el objeto adecuado de estas oraciones y suplicas. Biblia de estudio MacArthur, libro de Efesios 6:18. Como podemos ver este es un sistema de oración inteligente y la manera en que cada cristiano debe orar como un acompañante en la lucha espiritual diaria. En Cristo tenemos disponible todo el  poder de Dios para vencer, no tenemos excusa.



Conclusión:

Todas las bendiciones superabundantes de Dios que tenemos “en Cristo” solo pertenecen a nosotros los creyentes quienes somos hijos de Dios por la fe en Cristo. Lo cual implica que todo lo que le pertenece a Cristo también nos pertenece a nosotros por ser coherederos con él. Pero todo esto es real gracias a su sacrificio a favor de nosotros con el cual nos hizo participes de su justicia, sus recursos, su privilegio, su posición y su poder (Rom. 8:16-17  El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. 17  Y si somos hijos,  somos herederos;  herederos de Dios y coherederos con Cristo,  pues si ahora sufrimos con él,  también tendremos parte con él en su gloria). “En Cristo” estamos completos, no nos falta nada. Tenemos salvación y tenemos herencia. Tenemos nuestro presente y nuestro futuro asegurado. No podemos vivir nuestra vida como si estuviéramos derrotados. Cada vez que fallamos no es porque no tengamos el poder para vencer sino mas bien porque despreciamos ese poder disponible y al hacerlo contristamos al Espíritu Santo que mora en nosotros y con el cual fuimos sellados. No podemos seguir viviendo así, si en verdad hemos sido por Él salvados. Lo que debemos hacer cada día es fortalecernos en él y en su fuerza poderosa, vestirnos de toda la armadura de Dios y obedecer su verdad expresada en su palabra. Por lo demás vivamos alabándole y glorificándole.



20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, 21  a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén. Ef. 3:20-21











Bibliografía:





1.      Charles C. Ryrie Biblia de estudio 1991 Editorial Portavoz, Grand Rapids, Michigan 49501 EE.UU.A.

2.      Daniel Carro, José Tomas Poe y Rubén O. Zorzoli. Comentario Bíblico Mundo Hispano Tomo 21. Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses y Filemón. 1995 Editorial Mundo Hispano El Paso, Tx. 79914. EE.UU.A.

3.      Everett F. Harrison Comentario Bíblico Moody, Nuevo Testamento 1962 Editorial Portavoz, Grand Rapids, Michigan 49501 USA.

4.      John MacArthur Biblia de estudio 1997 Editorial Portavoz, Grand Rapids, Michigan 49501 USA.

5.      John Stott. El mensaje de Efesios, 2006 Ediciones Certeza Unida, Buenos Aires Argentina.

6.      Roberto Jamieson, D. en D.  A. R. Fausset, M. en A.  David Brown, D. en D. Comentario Exegético y explicativo de la Biblia. Tomo II: El Nuevo Testamento. 1983. Casa Bautista de Publicaciones, El Paso, Tx. 79914. EE.UU.A.


8.      Artículo en internet.  La nueva vida en Cristo. http://www.ednetusa.com/bcc3-8s.pdf.

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